Históricamente, el bambú ha sido utilizado como materia prima en construcciones tradicionales de bajos recursos, sirviendo como sustituto de otras maderas para materializar estructuras, cerramientos e incluso mobiliario. Hoy en día, debido a sus numerosas ventajas asociadas a la durabilidad, resistencia, versatilidad y bajo impacto ambiental ha logrado ganarse la denominación de “acero vegetal” y obtener un lugar privilegiado dentro de la industria constructiva. La corriente búsqueda de nuevos materiales para el desarrollo sostenible ha generado nuevas fusiones constructivas que ponen en juego materiales y técnicas contemporáneas con elementos tradicionales, amalgamando y potenciando las cualidades de los materiales en cada región.